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Tanto si ya te has lanzado al mundo empresarial como si te estas planteando entrar en un futuro próximo, hay ciertos malos hábitos en los que debes trabajar si realmente quieres tener opciones de éxito.
En muchas ocasiones intentamos imitar a las personas de éxito pero nos quedamos solo en factores tangibles, sin embargo emprender consiste tanto en inversiones, oportunidades y riesgo tanto como en tu actitud.

Excusas

Equivocarse solo es negativo si no aprendes de tus errores. Reconocer los errores, aprender, y saber como evitarlos en el futuro es la única manera de convertirte en un buen emprendedor.

No he fracasado, he encontrado 10.000 formas que no funcionan – Thomas Alba Edison

Intenta no buscar excusas con las que justificar las razones por las que tus competidores son mejores que tu, y en su lugar intenta buscar la manera de darle la vuelta a esa desventaja competitiva. Concéntrate en lo que tu sabes hacer mejor que ellos para darle la vuelta a esta situación.

Buscar excusas es simplemente una manera de aceptar que los demás son mejores que tu o que tú no eres capaz de alcanzar las metas que te propones. Esta es la major receta para el fracaso.

Dejadez

“Ya mejor lo hago mañana cuando esté más inspirado”. Esto a todos nos suena a simple dejadez. Eres un emprendedor, no un escultor o un pintor. Un emprendedor no se puede permitir este tipo de actitud y eres consciente de ello. Debes poder hacer ahora todo lo que esté en tu mano y aún así el éxito no estará asegurado.

Si quieres hacer que un trabajo simple se convierta en algo enorme, simplemente sigue aplazándolo – Olin Miller

Cuantas más sigas posponiendo tares por simple dejadez más te costará quitártelo de encima. Deja de pensar y simplemente actúa, empieza la tarea y verás que rápidamente se hará mucho más pequeña de lo que tenías en tu cabeza.

Quejas

Este es el colmo de los pecados del emprendedor. Quejarte continuamente no te llevará a ningún puerto y por el contrario creará en ti un estado constante de malestar y frustración.

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas – William George Ward

Las quejas son una buena manera otra forma de excusarte por tu falta de éxito o de decisiones desafortunadas (o falta de más decisiones exitosas). Las quejas no solo te afectarán a ti, si no a todos los que se encuentran a tu alrededor con lo que les contagiarás tu estado de frustración y males.

Además, las personas que se quejan tanto solo terminan atrayendo a otros que se también se quejan de manera regular, y en este grupo no encontrarás ni talento ni inspiración.

El verdadero emprendedor no pierde el tiempo en quejarse. Detecta un problema, lo analiza y lo arregla.