Muchos clientes se asombran cuando, echando un ojo a su cuenta de Google Analytics, ven que tienen una tasa de rebote del 60% o 70%, e inmediatamente culpan a su diseñador web o webmaster de que la web no sirve para nada y que hay que cambiarla. Antes de aventurarte a llegar a esta drástica conclusión, te aconsejo que tengas claros unos conceptos:
1. ¿Qué es la tasa de rebote?
La tasa de rebote mide de manera porcentual, la cantidad de usuarios de tu web que no interaccionan con la web una vez aterrizan en ella. ¿Qué es interaccionar según Google Analytics? Una interacción es una acción dentro de la web como un click en un enlace, un elemento del menú, o incluso el click para ver un video. Sin embargo, si un usuario llega a una página de tu web y lee todo su contenido pero no clickea en ningún botón, Google Analytics considerará esto como un rebote, independientemente del tiempo que este usuario haya pasado en dicha página. Que nadie lea tu blog es un problema, pero si entran y se van tienes otro casi igual de grave.
2. ¿Cuales son las tasas de rebote ‘normales’?
Pues evidentemente depende de la industria, de tu web, el contenido de la misma y de donde entre esta tráfico a tu web. Si la mayoría del tráfico son de anuncios muy específicos tu tasa de rebote será menor. Si la mayoría del tráfico vienen de webs poco relacionadas con tu industria, lo más seguro es que la tasa de rebote sea mayor.
La presencia en un blog tendrá una influencia importante en la tasa de rebote media de la web. Esto se debe a que cuando escribimos un artículo y lo ponemos en redes sociales, la gente entra en la web, lee el artículo y se va. Al no hacer click en ningún elemento de tu web, Google considerará esto como un rebote, incluso aunque dicho usuario se haya leído tu artículo de arriba a abajo.
He visto blogs con tasas de rebote del 80% que considero bastante normal. Webs con menor presencia de tráfico dirigido a su blog pueden tener una tasa de rebote del 60%. Todo lo que sea 50% o inferior lo consideraría un tasa de rebote bastante positiva.
3. Cómo disminuir tu tasa de rebote
Una vez has tenido en cuenta cómo se mide la tasa de rebote y qué representa, puedes usar esta métrica para saber la calidad del tráfico que entra por cada uno de tus canales a la web.
Puedes comparar diferentes redes sociales como Facebook o LinkedIn publicando el mismo artículo en ambas redes y comparando cual de ellos presenta una menor tasa de rebote, con lo cual el tráfico es de mayor calidad.
Para disminuir tu tasa de rebote puedes probar diferentes técnicas como poner contenidos relacionados en tu blog en cada uno de los artículos que escribas, enlaces internos a otros contenidos o un menú más atractivo de manera que los usuarios que entren en tu web, naveguen por más tiempo y una mayor proporción de ellos lleguen a tu objetivo (contactar contigo, hacer una compra, etc.).