Añadir una URL a Google es una operación fundamental para poder hacer que dicho buscador posicione correctamente nuestra web y al mismo tiempo nos posicione en función del trabajo que previamente hemos hecho. Es por eso que en este artículo queremos hablarte de ello ofreciéndote toda la información acerca de los pasos que debes llevar a cabo.
¿En qué consiste añadir una URL a Google?
Cuando tenemos una página web o en general cuando añadimos a esta un nuevo contenido, debemos añadir la URL a Google para actualizar la información. Esto se conoce también como indexarla en Google. Es una operación por la que podemos hacer que Google encuentre nuestra página, reconozca qué información tiene y la organice según sus propios criterios.
De cualquiera de las maneras, es una operación fundamental para que el buscador pueda introducir nuestra web o la sección concreta de la misma en su catálogo o listado de webs disponible. Es decir, añadir una URL a Google consiste en incluirla dentro del fichero de Google para que esté disponible para los usuarios.
Naturalmente, por todo ello es una operación que ante todo nos beneficia a nosotros mismos. Si nuestra web no está indexada, no lo está correctamente o simplemente si no se actualiza correctamente, corremos el riesgo de sufrir perjuicio por ello con un peor posicionamiento.
Así pues, lo primero que debemos decir es que indexar una web en Google puede hacerse de forma automática o manual. En el caso de que hagamos que suceda de forma automática, debemos entender que dicho proceso puede llevar semanas o meses: lo que estamos haciendo es esperar a que Google siga su propio curso y esperar hasta que nos llegue el momento. Es por ello que lo más beneficioso para una web consiste en indexar manualmente una URL.
Añadir una URL a Google manualmnete
A continuación te explicaremos las formas por las que puedes añadir una URL a Google y conseguir con ello que esté en su índice y tu web quede mejor posicionada. Primero te hablaremos de dos pasos previos que debes cumplir en todos los casos y posteriormente de las cuatro opciones que existen para indexar la página.
1.- Comprobar si nuestra web está o no indexada ya
Como no podía ser de otra manera, lo primero que debemos hacer es comprobar que efectivamente nuestra web no está indexada. Si lo está, revisaremos cuál es su estado de actualización: de cualquier manera, conocer primero si nuestra web está o no indexada en Google es el primer paso para establecer una estrategia adecuada.
Para hacerlo, simplemente buscaremos en Google el nombre de tu web. Si la página está indexada aparecerá en la primera posición: en el caso de que no lo esté, aparecerá un mensaje por el que se nos informará de que el nombre de nuestra web no ofrece ningún resultado.
2.- Cuenta en Search Console
En segundo lugar y como otro paso previo para poder indexar correctamente nuestra web en Google, lo que haremos será abrir una cuenta en Search Console. Esta es la herramienta informática que nos permitirá comprobar y supervisar el estado de indexación de nuestra propia web. Ella puede ayudarnos mucho a establecer la mejor estrategia en función de los resultados que nos ofrece.
Opción A: dar de alta tu página en Google
La primera opción que tenemos es dar aviso a Google de que tenemos una nueva página web. Esto podemos hacerlo empleando precisamente Search Console. En su dominio podemos introducir la URL de nuestro sitio web y enviar una solicitud de indexación a Google. Con ello podemos añadir nuestra URL al buscador.
Opción B: subir el mapa web de nuestra página a Google
Como hemos dicho, a la hora de que una URL se indexe en Google existen dos opciones. La primera de ellas es hacerlo de forma manual y la otra dejarlo en manos de la suerte y que suceda de forma automática. Es así que esta opción es desaconsejable porque en el caso de Google en muchas ocasiones no es capaz de rastrear todas las páginas web.
Eso quiere decir que le es imposible en ocasiones ofrecer información de todas las webs disponibles: por lo que podemos ponérselo más fácil y elegir nosotros mismos de hecho con cuánta información queremos que cuente. En efecto, lo que podemos hacer es ofrecer nosotros mismos el mapa de nuestro sitio web para que Google cuente con él y hacer por él el trabajo de rastreo de nuestra propia web.
Lo que haremos será enviar el mapa web de nuestra página o sitemap por Search Console para conocer todas las URL que existen en nuestra web y poder indexar las que no lo estén. Existen herramientas concretas en WordPress que pueden ayudarnos a este propósito, concretamente a través de la opción de Mapas del sitio XML.
Opción C: explorar como lo hace Google
Como hemos dicho, pueden pasar semanas o incluso meses hasta que Google indexa una dirección. Es por ello que podemos seleccionar la opción de rastreo en Search Console para conocer cómo funciona Google a la hora de rastrear. Es así que podemos escribir nuestra nueva URL, la que queremos indexar y darlr a «obtener». Nos va a aparecer entonces una opción para solicitar que se indexe.
En dichos casos, lo normal es que Google tarde unas pocas horas o días en añadir nuestra URL a su indexación. Esto desde luego reduce notablemente los tiempos que, como hemos mencionado antes, en el proceso automático pueden ser de semanas e incluso meses. De cualquier manera y como consejo general te recomendamos que actualices y refresques todo lo posible tu página para que Google vuelva a pasarse por ella o la tenga como una referencia más visible.
Opción D: volver tu contenido más activo en las redes sociales
La tercera opción que tenemos para indexar una URL en Google consiste en ser más activos en redes sociales. Ello nos ayudará a ganar difusión y hacer de dicha URL algo mucho más presente en Internet. Para ello podemos emplear los famosos hashtags, emplear a gente que tenga muchos seguidores y relacionada con nuestro sector u ofrecer un contenido de calidad que atraiga a potenciales visitantes y por supuesto clientes.